Como bien sabéis hace poco estuve en Marruecos. Muchos al conocer nuestra aventura, te dicen “que pasada, la próxima, avísame…”, otros “¿había muchos niños “muertos de hambre”?, otros sencillamente “que valor tienes, ¿no os robaron?”…
En fin cada uno con su historia, con la idea que alguien en su día le contó, con aquello que la televisión quiso venderte, con aquella imagen que te pusieron en la portada de aquel periódico que para ti “siempre dice la verdad”…
Que peligro tienen, aquellas únicas historias que conocemos de alguien o de algún lugar. Esa historia unida a nuestros increíbles prejuicios, crean una “bomba de fantasía” sobre los diferentes lugares del mundo y de está manera luego hacen Misión Imposible II y sale una Semana Santa mezclada con unas Fallas en medio de Sevilla. I LIKE IT.
En fin, de esta manera solo haremos el ridículo cuando conozcamos a una persona de allí, de aquel sitio que conocemos porque nos contaron una historia, sólo se puede quedar con la boca abierta cuando le contemos nuestra creencia de su país, de su cultura, de su casa…
Simplemente quería hablaros un poco, a modo de introducción, del video que os pongo a continuación donde “la novelista nigeriana Chimamanda Adichie cuenta cómo encontró su voz cultural auténtica y advierte que si sólo escuchamos una historia sobre una persona o un país, corremos el riesgo de caer en una incomprensión grave”.
“Nuestras vidas, nuestras culturas, están hechas de muchas historias interrelacionadas.”
… la opinión general es siempre la peor tiranía…