Eran las 12 de la noche y Antonio seguía despierto. A las 7 de la mañana sonaría el despertador para ir a la escuela y esta vez le costaría mucho levantarse pero, Antonio hoy más que nunca necesitaba un cuento para poder dormir. Su padre llegó del trabajo beso a su mujer y se fue directo al cuarto del pequeño de 6 años para contarle algún cuento que le ayude a descansar.
“Había una vez un policía que luchaba por el bien allá por donde iba, Paco el policía simpático, sabía que su trabajo consistía en hacer el bien para los ciudadanos y detener a aquellos que hicieran el mal. Paco ayudaba a cruzar la calle a aquella “viejita” que venía de comprar en la plaza, otro día junto a otros policías salvaron a varios camareros que estaban siendo asaltados por unos delicuentes con navajas e incluso una vez Paco arriesgo su vida para salvar a un ciudadano…”
El padre dejo de leer, Antonio estaba con lágrimas en los ojos y le preguntó que le pasaba…
Antonio cogió aire y con la voz temblorosa dijo. Papá pero esos son cuentos, porque papá hoy desde mi ventana he visto la manifestación. He visto al primo de mi amigo Pablo con las manos arriba, gritando por un futuro mejor, pidiendo que se les tenga en cuenta para que Pablo y yo podamos seguir estudiando, para poder seguir teniendo un médico que me reciba cuando me ponga malo, para que la pensión del abuelo le de para comer, para que el vecino no tenga que dormir en la calle, luchando por tantas cosas papá…
Pero lo peor, ha sido sin duda, verte a tí, golpeando a todas aquellas personas, como a una chica que estaba de rodillas en la carretera con las manos arriba le propinabas sin dudarlo con tu porra una y otra vez, como en su auxilio venía otra persona y tú, y tus compañeros actuaste de la misma manera, papá ¿por qué pegas a aquellos que luchan por ti?, por mejorar la situación de todos y sobre todo ¿cómo puedes luchar contra aquellos que quieren mejorar el futuro al cual pertenezco?.
Papá ¿vas a poder dormir esta noche?, porque yo estoy seguro que no.
…Papá yo quería ser policía…
La verdadera historia de Cain y Abel 